Las Válvulas Termostáticas
Los repartidores de costes se deben combinar con las válvulas o cabezales termostáticos, asegurando el ahorro energético lo que generará tanto un beneficio ambiental como económico para los usuarios.
La válvula termostática está diseñada para utilizarse con un cabezal termostático, permitiendo regular la temperatura de cada estancia de forma independiente, manteniéndola constante en el valor deseado sin sobrepasar la temperatura de confort deseada por el usuario, y así ahorrar energía.
¿Qué son las válvulas termostáticas?
Las válvulas termostáticas son dispositivos que regulan el caudal de agua que entra en cada uno de los radiadores, y su objetivo es controlar la temperatura deseada en una estancia, para ello, en primer lugar, efectúa una medición de la temperatura de la estancia.
Si la temperatura seleccionada en el radiador es mayor a la de la estancia, el mecanismo abrirá el paso del agua al radiador para aumentar el aporte calorífico, por el contrario, si la temperatura seleccionada en el radiador es menor a la de la estancia, el mecanismo cierra el paso del agua hacia el radiador y así reduce el calor emitido, equilibrando la temperatura hasta lograr la seleccionada por el usuario.
Cuando la temperatura real de la estancia es igual a la seleccionada en el radiador, el mecanismo mantiene su posición, con el mismo caudal de agua caliente.
Las válvulas termostáticas son una solución de ahorro energético de instalación sencilla, rápida y válidas para cualquier sistema de radiadores y permite ahorrar y mejorar el confort en todo tipo de viviendas.
Principales ventajas
Confort en cada estancia. Dado que las necesidades en cada estancia son diferentes, las válvulas termostáticas permiten regular la temperatura para que siempre sea la deseada, con independencia de la estancia en la que estemos. De este modo, se pueden tener 22ºC en el salón, 19ºC en la habitación principal y la calefacción apagada en una habitación que sólo se usa los fines de semana.
Ahorro energético. Las válvulas termostáticas aprovechan las aportaciones de calor que existen en las viviendas, rayos de sol, calor emitido por los electrodomésticos, etc. Se estima que al utilizar válvulas termostáticas podemos llegar a ahorrar entre un 7% y un 20% de energía. Al consumir menos energía de manera regular, estaremos contribuyendo a cuidar el medio ambiente. No solo ahorrando en el gasto energético, sino también reduciendo las emisiones tóxicas a la atmósfera.
Ahorro económico. Además de cuidar al medio ambiente estaremos ahorrando una cantidad importante de dinero en las facturas.
Las válvulas termostáticas junto a los repartidores de costes, ambas medidas generalizadas desde hace más de medio siglo en otros países europeos contribuyen al ahorro de energía.