Sistemas de calefacción central
Los sistemas de calefacción central son instalaciones de climatización en la que una fuete principal suministra calor a todo un edificio mediante una red de conductos.
El sistema de calefacción central más común es el de agua caliente que emplea una caldera donde se calienta el agua, que a su vez es transportado por medio de una red de tuberías hasta los emisores que calientan los habitáculos.
¿Qué elementos forman parte del sistema?
Los principales elementos de una instalación de calefacción centralizada son:
- Generador: es el conjunto de caldera y quemador, responsable de producir el calor. En la caldera se quema un combustible (gas, gasóleo, etc.) que transmite la energía calorífica de la combustión a un fluido (agua, vapor o aceites térmicos) llamado caloportador.
- Distribuidor del calor: es un circuito cerrado formado por tuberías de acero, cobre o polietileno reticulado, según la antigüedad de la instalación, no obstante, este último es el más utilizado actualmente. La tubería de ida conduce el agua caliente a los diferentes emisores y la de retorno lleva el agua enfriada de vuelta a la caldera para aprovechar el calor residual.
- Bomba de recirculación: es una máquina cuya función es mover el agua por todo el circuito, ya que al ser un circuito cerrado no recibe energía externa y solo con la inercia del calor del agua sería muy lento e ineficaz. Este movimiento se traduce tanto en el transporte del agua caliente del calentador a los puntos de suministro como el envío de vuelta del agua fría al calentador de agua.
- Válvulas de retención y de corte: las válvulas son empleadas para regular los flujos. La válvula de retención se suele colocar antes de la bomba para que no se produzcan recirculaciones de agua y la dirección del flujo sea única. La válvula de corte se emplea para separar los elementos del circuito de calefacción y agua caliente sanitaria, de forma que, si falla alguno de ellos se pueda cerrar esa sección de paso y repararla o sustituirla de forma que no influya en el circuito completo.
- Sala de calderas: es el habitáculo donde están situados lo generadores de calor, los colectores desde donde se distribuye el calor a las distintas zonas del edificio y los demás elementos de la instalación anteriormente descritos.
- Regulación: aspecto esencial de la instalación, junto con el control del funcionamiento de los equipos que la componen, se realiza a través de una centralita que registra las temperaturas de los distintos circuitos y dependiendo de la demanda abre o cierra válvulas, pone en marcha calderas o bombas.
- Emisores: corresponden a los elementos finales encargados de transmitir el calor al habitáculo. Los emisores más empleados en las viviendas son los radiadores. Existen distintos tipos de radiadores de calefacción que son clasificados según el material con el que han sido fabricados: hierro fundido, aluminio, chapa de acero, tubos de acero y según su forma constructiva: panel, elementos. La potencia de calefacción de los radiadores depende de la temperatura del agua que les llega desde las calderas, del caudal que circula en su interior y de la temperatura ambiente del espacio donde se encuentran situados.
En general la instalación de calefacción se integra con la instalación de agua caliente sanitaria (ACS), al compartir un generador o un conjunto de estos para producir calor, ya que ambos sistemas necesitan calentar agua.
En los casos de instalación integrada, el agua de ambos circuitos debe estar separada por un intercambiador, ya que la de calefacción no debe estar en contacto bajo ninguna circunstancia con la de consumo. De esta forma, los circuitos de distribución deben ser separados, tuberías independientes para cada servicio discurriendo paralelamente.